domingo, 14 de diciembre de 2014

DIALOGANDO CON ANDRÉ SZAKVARY

              
Por Iván Herrera Michel
        

IPH:. André Szakvary
André Szakvary es un Masón que ha vivido la geopolítica real del escocismo como muy pocos. Es decir, la que deciden los Masones de carne, huesos y corazón.
                  
Húngaro de origen y exiliado en Francia durante la última guerra mundial, en dónde adelantó estudios de cirugía en Paris y en un Business School americano, André Szakvary terminó siendo muy activo en la Masonería francesa y rumana, hasta el punto de haber sido elegido en 1996 como Soberano Gran Comendador (SGC:.) del Supremo Consejo más antiguo de Rumanía (fundado por Constantino Moroiu en 1881), luego de su retorno a Bucarest en 1993 de su “asilo” en París desde la década de los 50s del siglo pasado por las persecuciones a la Masonería del bloque comunista.
              
El IPH:. Szakvary entregó el cargo de SGC:. en diciembre de 2012 al IPH:. Liviu Mannecan, después de ejercerlo durante casi 17 afanosos años, en permanente diálogo con los tres grupos internacionales al que pertenecen el SC:. para la Jurisdicción Sur de USA, el SC:. de Francia, y con las jurisdicciones que asisten a los Encuentros Internacionales de Altos Grados.
             
En una cena que compartimos hace pocas semanas, y aprovechando nuestra amistad, le he solicitado a André un “dialogo” público sobre su visión del paisaje escocista, y ha accedido con la condición de que lo deje decir lo que él quiere decir. No puedo pedir más, y la verdad es que recordó varios acontecimientos que ya es hora de colocar sobre el tapete para el análisis serio del origen de muchos de nuestros problemas actuales, con miras a un mejor futuro.
               
Así las cosas, comencemos este dialogo:
               
IHM/ Mi Q:. H:. André, cuando pienso en la Masonería de Rumanía no puedo dejar de relacionarla con el intervencionismo norteamericano después de la caída de Nicolae Ceauşescu en 1989. La nueva era Masónica rumana comenzó en mayo de 1993 cuando una delegación del Supremo Consejo para la Jurisdicción Sur de USA, encabezada por su SGC:. C. Fred Kleinknecht, desconoció la historia, el aporte y la existencia del Supremo Consejo rumano de 1881 en el exilio.
              
AS/ En efecto, el Supremo Consejo rumano de 1881 ya estaba regularmente reinstalado en Rumanía en el mes de mayo de 1993, y las prerrogativas del Supremo Consejo ya habían sido transmitidas en Bucarest al nuevo Soberano Gran Comendador, Dan A. Lazarescu, que había vivido toda la época comunista en esta ciudad. Fred Kleichnecht no ha hecho más que un acto de imperialismo invadiendo un territorio ocupado por un Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, regularmente reinstalado.
               
Fred Kleinknecht otorgó los Altos Grados 32˚ y 33˚ en el Centro Militar de Bucarest a más de 200 rumanos entre los cuales algunos ni siquiera habían sido iniciados en los primeros Grados… y en octubre del mismo año citó a Washington, USA, en el extranjero, a los Masones así elevados al Grado 33˚, pagando todos los gastos, para instalar un nuevo Supremo Consejo “bis” para Rumanía, lo que no corresponde a las Constituciones del REAA...
                
IHM/ Conozco perfectamente la situación porque algo parecido sucedió en Colombia cuando Fred Kleinknecht le otorgó el Grado 32° a 212 Masones en el extranjero en la ciudad de Balboa, en el vecino país de Panamá, el día 18 de junio de 1994, y menos de un mes después reunió en Washington a un pequeño grupo de ellos para concederles el Grado 33° y crear un nuevo Supremo Consejo colombiano, ignorando olímpicamente el fundado en 1833. Fue un accionar sin límites ni pudor que lesionó la fraternidad de cerca de una docena de naciones que aún no encuentran el camino de la unión fraternal.
                   
Pero volviendo a la Masonería rumana, la Conferencia de Grandes Maestros de Norteamérica reunida en Calgary, Canadá, en febrero de 2005, profundizó la división de ese país al declarar “regular” a una recién fundada Gran Logia relacionada con el Supremo Consejo creado por los estadounidenses en 1993, pasando por encima de la que tenía para la época 125 años de constituida. El paisaje Masónico de Rumanía nunca volvió a tener el esplendor ni la calidad de la membrecía de antes de la segunda guerra mundial. ¿Cómo es que un Masón francés como tú se vio envuelto en semejante enredo rumano? ¿Te arrepientes de algo? ¿Valió la pena?
               
AS/ Soy un ciudadano francés que tiene como el ex presidente Nicolás Sarkozy unos ascendientes húngaros. Y soy un Masón francés de toda mi vida Masónica, iniciado en Paris en los años 60 durante mis estudios de medicina. Después de mi actividad en los hospitales de Paris, asistí a un Business School americano y por eso digo que mi secunda profesión es la de Marketing – Manager Internacional. Llegué a Rumanía por cuenta de unas empresas francesas y no por la Masonería. Pero mis Hermanos Masones de Francia me han pedido que diera una mano a la renaciente Masonería rumana y como siempre en todos los asuntos, cuando metes el dedo, el asunto te come el brazo y… el cuerpo… y así fue!
                  
¿Valió la pena? No me corresponde a mí contestar esta pregunta, pero sí con mis Hermanos rumanos hemos llegado a imponer la imagen de una Gran Logia y de un Supremo Consejo del REAA serios, tengo que estar satisfecho.
                  
IHM/ Tres grupos internacionales y varios “Vaticanos” escocistas en el mundo. ¿Qué futuro le ves al escocismo?
                     
AS/ De antemano hay que dejar claro que en la Masonería no existen “Vaticanos” ni entidades que tengan el poder de decidir quién es Masón y quien no lo es. La calidad de Masón se adquiere por la Iniciación en una “Logia justa y perfecta” y trabajando en su propio perfeccionamiento con la ayuda de los Hermanos
                    
¿El futuro como lo veo?: triste. Y como ya lo he dicho en una conferencia: si se sigue el camino actual la Masonería escocista tradicional ya tiene un pie en la tumba. Se puede comparar con la situación económica de muchos países “desarrollados” que viven una crisis financiera importante por no haber respectado un cierto número de reglas básicas.
                   
De la misma manera y por las mismas causas, nos encontramos nosotros los Masones escocistas en una crisis moral y estructural por no haber respectado las bases fundamentales de nuestra Orden. Hoy en día, en nuestro mundo cualesquiera hace cualquier cosa, dondequiera y de cualquier modo. Además, es seguro que la política del Supremo Consejo para la Jurisdicción Sur de Estados Unidos y de la Gran Logia Unida de Inglaterra de crear e imponer los conceptos de “regularidad” y de “irregularidad” ha instituido divisiones en lugar de unidad, y han llevado a la creación múltiple de Grandes Logias y Supremos Consejos, algunos de los cuales lo único de Masónico que tienen es el nombre.
                     
Existe una Gran Logia en Inglaterra que se formó en 1717 en Londres, pero que es la heredera de Logias y Grandes Maestros profesionales, que ya existían en Londres e Inglaterra previamente, y mucho antes en York, en Escocia y en algunos otros países europeos. Sus Tradiciones transcurrieron por siglos y promulgaron unas reglas de vivir y una moral. (Verbi Gracia: los Antiguos Deberes, el Manuscrito Regius, el Cook, el Shaw…etc....)
                        
Anderson, Désaguliers y Newton consignaron esas bases en el Artículo I. del Capítulo “The Charges of a Free-Masón” de la Constitución de Anderson de 1723, reafirmando desde entonces la universalidad de la Orden  
                 
Lo mismo se puede decir del Supremo Consejo de Charleston, ya que fue formado por once Gentlemen de Charleston. Once Gentlemen originarios de siete países distintos… ¿No es para desde el inicio proclamar la universalidad de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado?
                      
IHM/ El Supremo Consejo para la Jurisdicción Sur de USA tiene un pasado intervencionista muy poco ejemplar. Basta ver el desastre que propicio cuando la crisis de 1964 del Supremo Consejo de Francia. Pero el periodo en que fue su SGC:. C. Frederick Kleinknecht, de 1995 a 2003, se distinguió por profundizar esta política creando a diestra y siniestra nuevos Supremos Consejos en países en donde ya había uno, aprovechando rencillas locales. Las de Colombia y Rumanía, son apenas dos de las fraternidades Masónicas nacionales que en Europa y América se vieron seriamente fracturadas cuando intervino Kleinknecht a golpe de báculo. Tú que lo conociste bien, ¿Qué buscaba Kleinknecht?
                       
AS/ Estábamos en la época del imperialismo norteamericano en el mundo entero. El intervencionismo norteamericano no tenía límite: Intervención en Panamá, en Cuba, en Corea, en Vietnam, Chile, Medio-Oriente…etc.... Como ex-alto responsable de la administración estadounidense Fred Kleinknecht aplicaba la política de los Estados Unidos de esa época. Siendo Soberano Gran Comendador la aplicó en el mundo Masónico!
                    
A la salida de los problemas de la primera, y después de la segunda guerra mundial, las instancias anglo-estadounidense se han auto-proclamado referencias Masónicas mundiales, inventando para sus relacionados el calificativo de “regular” y para los demás el de “irregular”, según cualificaciones establecidas con sus propios criterios, dividiendo así la unidad de la Masonería mundial. Esta unidad ya fue fragilizada por la discrepancia entre la Gran Logia Unida de Inglaterra y el Gran Oriente de Francia en 1877, y después concretamente por el cambio del texto del artículo primero de las Constituciones básicas de Anderson en 1813 por la misma Gran Logia Unida de Inglaterra.
               
Son “fracturas” que todavía dividen el mundo Masónico.
                          
IHM/ El Supremo Consejo de Francia ha conformado un grupo internacional de Supremos Consejos en el que entre otros militan algunos de los “irregularizados” por el Supremo Consejo para la Jurisdicción Sur de USA, y que en su VII reunión, en Nápoles, Italia, en octubre de 2012, adoptó el nombre de “Alianza Internacional Masónica Escocista” (AIME), cuyo Tratado de fundación firmó el IPH:. Dan Roman por un Supremo Consejo rumano. Tú que estuviste cerca del Supremo Consejo de Francia y del de la Jurisdicción Sur de USA, cuéntanos, por favor, ¿La AIME aporta mayor valor agregado a la Masonería que las “Conferencias mundiales de Supremos Consejos”? ¿Cuál es la diferencia real y doctrinal entre los dos grupos?
                       
AS/ ¡La “Irregularización” que hacen el Supremo Consejo para la jurisdicción Sur de USA y la Gran Logia Unida de Inglaterra, como he dicho antes, no tiene un valor de calidad! Como lo dicen nuestras Constituciones: son regulares los que trabajan regularmente según la tradición y las Constituciones.
                      
Las Constituciones existen desde el inicio de la Masonería y muy por delante de la creación de estas “supremas instituciones”. ¡No existe en ningún texto la definición de una entidad que pueda decidir quién es Masón y quien no lo es!
                      
Eso es del mismo nivel que los apellidos de Masonería “dogmática”, “adogmática”, “libre” “libertad de opinión” “laica”…etc.…hay que pensar que provienen de “Hermanos” que no han leído las Constituciones o no las han comprendido, ya que es bastante claro que las Constituciones Masónicas en sus textos fundadores dejan al hombre su libertad de pensamiento y de opinión.
                      
En efecto, en el Art. I de las Constituciones de Anderson de 1723 encontramos: “But though in ancient Times Masons were charg'd in every Country to be of the Religion of that Country or Nation, whatever it was, yet 'tis now thought more expedient only to oblige them to that Religion in which all Men agree, leaving their particular Opinion to themselves; that is to be good Men and true, or Men of Honour and Honesty, by whatever Denomination or Persuasions they may be distinguish'd; whereby Masonry becomes the Center of Union and the Means of conciliating true Friendship among Persons that must have remain'd at a perpetual Distance." (En el inglés del texto original)
                        
La versión en español del Art. I. de las Constituciones de Anderson de 1723 es: Pero aunque en tiempos antiguos los Masones estaban obligados a pertenecer a la religión dominante en su país, cualquiera que fuere, se considera hoy mucho más conveniente obligarlos tan sólo a profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada uno libre en sus individuales opiniones; es decir, que han de ser hombres probos y rectos, de honor y honradez, cualquiera que sea el credo o denominación que los distinga. De esta suerte la Masonería es el Centro de Unión y el medio de conciliar verdadera Fraternidad entre personas que hubieran permanecido perpetuamente distanciadas.
                      
Para mí es un pasaje muy bonito y con palabras tan precisas y escogidas cuidadosamente, que  en el contexto Estuardo /Hannover de la época en que fueron redactadas, se admite generalmente que Newton y Désaguliers han ayudado a Anderson, porque es mucho más profundo de lo que él podría escribir solo. 
                       
En el REAA, en el Capítulo “Nova Instituta Secreta et Fundamenta” de las Constituciones de 1786, 7° párrafo, se puede leer: "en respectant les idées de chacun, sans faire violence à la juste indépendance des Maçons et surtout à la liberté d’opinion qui est la première et la plus sacrée de toutes les libertés et en même temps la plus prompte à prendre ombrage"
                          
En español es: “respetando las ideas de cada uno, sin hacer violencia a la justa independencia de los Masones, y sobre todo a la libertad de opiniones, que es la primera y más sagrada de todas las libertades y al mismo tiempo la más susceptible de ofenderse.”
                 
En lo que concierne a las “Reuniones”, “Confederaciones”, “Conferencias” y otros tipos de “Alianzas”, ya sea a nivel de Grandes Logias o Supremos Consejos, estos encuentros existen formalmente organizados desde el inicio del siglo pasado. Pero también existieron mucho antes en las Masonerías operativas. Ahora reúnen instituciones que se reconocen entre ellos y apartan a las que no les gustan. Lo que significa que no es una apreciación de calidad sino de amistad o de “fraternidad”.
             
Lo que vale también para el IPH\Dan Roman que debe ser miembro del décimo Supremo Consejo que han creado en Rumanía. Hay en estos momentos en Rumanía, si mis cuentas son exactas, 4 o 5 Supremos Consejos y 7 u 8 Grandes Logias... y evito comparar a Rumanía con otros países en los cuales es difícil hacerse una idea clara del número de instancias “superiores” con el mismo número de Grandes Comendadores y Grandes Maestros en función…
                           
¿Que aportan estas reuniones a la Francmasonería? Depende de quién las organiza y del Orden del Día, que algunas veces ponen en evidencia problemas multinacionales y con respecto a las Constituciones. Pero sobre todo, pienso que son útiles porque permiten a los responsables a distintos niveles conocer un cierto número de organizaciones Masónicas de países y de culturas diversas, e intercambiar opiniones.
                  
IHM/ Por otra parte, me consta personalmente que el Supremo Consejo rumano de 1881 ha suscrito la “Declaración de Ginebra” y hoy asiste con Voto Deliberativo a los encuentros Internacionales de Altos Grados. ¿Qué te inclinó finalmente a vincularte a ese grupo de Supremos Consejos?
                       
AS/ No quiero recordar la situación (ridícula) de la reunión de Barcelona en 2011, a pesar de la excelente organización que hicieron los Hermanos españoles. Pero para mí era lo mismo que he dicho antes: intentar de encontrar un eco a mi búsqueda referente al REAA y a su correcta práctica en la época actual. Pero leyendo hoy en día, casi diez años después, la Declaración de Ginebra parece ser un catalogo de votos piadosos en las que ya sus redactores no pueden creer.
                                   
Refiriéndose a Lausana, ¿cómo se puede escribir la expresión “este texto fundador”, si fue elaborado solamente por nueve representantes de Supremos Concejos del mundo, y más tarde no fue aceptado por la mayoría de los Supremos Consejos representados? Por esto fue una discusión limitada y se excluyó problemas muy grandes en el concepto del Rito Escocés Antiguo y Aceptado que han, desde entonces, quedado sin resolver. Por esta razón, cada uno puede interpretar ciertos artículos de las Constituciones como desee.
              
Las reuniones que han seguido a la de Ginebra, en distintos países han expuesto planchas sin mayor interés, en lugar de brindar la oportunidad a los Soberanos Grandes Comendadores de trabajar juntos construyendo algo positivo para asegurar el futuro del REAA.
                   
Pero para ser honesto en este asunto, hay que decir que todas las reuniones, cualesquiera sea su denominación o su organizador valen por lo negativo. Hablar de tradición, de simbolismo, de valores antiguos, puede hinchar el ego de algunos pero no aporta nada a la construcción del edificio de nuestra Orden y a su perennidad.
                  
Por supuesto que no hay que hablar de Religión o de Política, pero me gustaría que un alto cargo me diga cómo es posible trabajar por la felicidad y el bienestar de la familia humana sin meter al menos la yema del meñique en la “Res Publicas”. Salvo las acciones benefactoras de las Grandes Logias estadounidenses, y de estructuras benefactoras Masónicas de algunas otras raras Grandes Logias o Supremos Consejos en el mundo, ¿dónde está el idealismo y la fraternidad tan clamadas por los Masones?
                     
Es evidente que hoy en día el Rito Escocés Antiguo y Aceptado necesita un serio escobazo y un espíritu fraterno de actualización. Debería haber una nueva reunión internacional, pero completa, universal y multiobedencial. ¡Esto sí que llega a ser imprescindible para hacer la limpieza en nuestra ORDEN!
                
IHM/ Por último, ¿Qué consejo le darías hoy en día a un Soberano Gran Comendador recién instalado en el cargo?
                     
AS/ - Que pase el mínimo de tiempo con los altos grados. Ellos deben trabajar realmente y no tienen que satisfacerse con las decoraciones y honores que les son manifestados, porque sus deberes están claramente establecidos en el Art II, parágrafo II. de las Constituciones de 1786: “Su misión y peculiar deber es instruir e ilustrar a los hermanos; conservar entre ellos la Caridad, la Unión y el Amor Fraternal”.
                
- Dar el máximo de su tiempo a los que entran en la Masonería, trabajar con los Maestros para explicar cuáles son los objetivos de la Masonería y ayudarles para hacer algo positivo por los demás en su vida Masónica.
                
- Ser un líder capaz de dar ejemplo con sus acciones, no solamente en su país, sino además llevando fortaleza a todos los Soberanos Grandes Comendadores del mundo Masónico.
             
- No dudar en tomar posiciones, y cuando sea oportuno la palabra, en instituciones y poderes profanos para exponer nuestros ideales y las necesidades de actuar por un mundo más justo.
                   
- Guardar las ideas utópicas para las discusiones en el interior de los Templos.
                        
- En el exterior, actuar con acciones positivas para dar a la Masonería en el mundo profano una imagen de solidaridad, de honestidad y de fraternidad para que la felicidad y el bienestar de la familia humana exista realmente en TODA ella.
                        
Si, sin prejudicios, los Hermanos y las Hermanas tienen la fuerza espiritual para formar una cadena de unión ACTIVA en este sentido, por todo el mundo, con el fin de imponer sus ideales a los “dirigentes profanos de este mundo”, nuestro siglo será mucho más bonito para vivir y habrá un porvenir con más esperanzas para la felicidad de todos
                 
                                 

IHM/ Muchas Gracias mi Q: H:. André, por tus palabras.