domingo, 30 de septiembre de 2012

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DEL 10º ANIVERSARIO DE CIMAS (2002 – 2012)



(Palabras de Presentación del “Libro de Aniversario 2002 – 2012” de la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS), pronunciadas en el Or:. De Sao Paulo, Brasil, el día 22 de septiembre de 2012 (E:. V:.), en el marco de su 10° Aniversario)


Por: Iván Herrera Michel

(Saludos protocolarios a 30 Obediencias y Organizaciones Masónicas presentes).

El Libro de Aniversario que ahora presenta CIMAS simultáneamente en Brasil, Uruguay y España, no es un libro más de los muchos que se han publicado sobre la Masonería.  Tampoco es un libro de historia.  Más allá de eso, es en realidad un alegato por la construcción Masónica y el testimonio de un alma colectiva entregada a sus sueños.

Frente a esta realidad inocultable, permítanme por favor contarles que mientras organizaba el borrador del libro, leía paralelamente la novela histórica “Los Pilares de la Tierra” del escritor británico Ken Follet, en la que en el marco medieval del siglo XII se describe en detalles la construcción de una catedral gótica, que es un tema operativo que se relaciona directamente con el simbolismo de la Masonería Moderna. 

En la introducción, Ken Follet expresa su sospecha de que tanta perfección y trabajo durante décadas de sacrificio para levantar una enorme Catedral tenía que tener para el Maestro constructor algún significado adicional al básico de elevar un edificio majestuoso para el culto divino, o al de complacer la vanidad de un Obispo.

La respuesta del Maestro constructor no se hace esperar.  Cuando le presenta la idea y los planos de la futura Catedral al Prior del monasterio que se encargaría de su financiación, y este le interroga acerca del porque quería hacer de su construcción un fin en sí mismo para su propia vida personal a pesar de que lo sobrepasaría en el tiempo, el Maestro le contesta como hipnotizado:

 - “Porque será hermosa”. 


Queridos Hermanos y Queridas Hermanas,

Debo confesarles, sin lugar a exageración, que al organizar las memorias de CIMAS, he visto y sentido en mis Hermanos y Hermanas impulsores del proyecto la misma ilusión fascinada del Maestro Constructor de hace ocho siglos. 

Frente a mis ojos han defilado uno por uno los sueños de sus fundadores, las perspectivas de los que nos hemos sumado en el camino y el punto de vista de los pensadores europeos que nos observan como un continente Masónico diferente – igual a como es de diferente nuestra realidad - con el cual a veces no saben como relacionarse más allá del compartir ocasionalmente en las grandes organizaciones multilaterales que buscan ser un centro de unión de lo que está disperso.

Lo de CIMAS ha sido una realización muy proporcionada.  Y, como bien sabemos los Masones, una construcción bien proporcionada posee fuerza, belleza y sabiduría, que es algo a lo que nos debemos los Masones en todas las Tenidas.

En consecuencia, el libro resultó ser una visión de conjunto esperanzador, el argumento de un trabajo Masónico ejemplar y un verdadero reto para las generaciones futuras, por lo que es muy afortunado para todos que desde hoy mismo se pueda adquirir tranquilamente a través del Internet en papel y en formato electrónico a través de la editorial MASÓNICA.ES (http://www.masonica.es/199-libro-de-aniversario-2002-2012-de-cimas.html ), que dirige en España nuestro muy Q:. H:. Ignacio Méndez – Trellez, que es hoy por hoy la de mayor trascendencia que tenemos en la Masonería hispanoamericana. 

En esta perspectiva, han sido muy interesantes las jornadas de CIMAS en Sao Paulo en estos últimos dos días por que han puesto al descubierto que en la Masonería contemporánea las contradicciones alrededor de la noción de “regularidad” no han impedido la propagación de las ideas básicas de la Orden y han supuesto concepciones críticas que hoy encontramos en todas partes. 

Gracias a esta ampliación de la conciencia Masónica, y a su mayor capacidad intrínseca de repensar la realidad, una nueva autocrítica se abre paso a partir de las reflexiones progresistas hechas por su sector liberal, que aunadas a otros conceptos nacidos en la sociedad civil, de los que ha abrevado con frecuencia la Masonería, como por ejemplo la libertad, la igualdad, la fraternidad y la laicidad, se constituyen en parte del núcleo duro que se ha encaminado contra una forma equivocada de entender la Orden que terminó siendo dependiente de los dogmas y la geopolítica, reduciendo el mandato de unir lo que está disperso a un solo nicho de la sociedad y no extendiéndola a toda ella, como sería lógico entender. 

Esta afortunada contaminación ideológica es una ganancia impensada para la Masonería en su conjunto que honra a quienes han estado en la brega liberal desde hace ya más de una década y a quienes sueñan con unas sociedades más equitativas.  Por que si bien es cierto que la situación interna de la Orden da visos de una interminable pugna tribal, también lo es que es muy posible que las aristas de nuestras sociedades sean objeto de un nuevo embate Masónico que desde distintas posiciones buscarán lo mismo: Una versión más amable de nuestros pueblos. 

Y en ello, a juzgar por lo que se ha hecho en los últimos diez años, CIMAS tiene una gran responsabilidad y una gran contribución.

Queridos Hermanos y Hermanas,

No estarían completas estas palabras, sino destaco con letras mayúsculas el hermoso e inmejorable trabajo que han hecho nuestros QQ:. HH:. del Gran Oriente Francmasónico del Uruguay, Alicia Podestá y Claudio Moreno, que fueron quienes hicieron la edición y el diseño de cubiertas del libro.  Naturalmente, para ellos va toda mi admiración por su profesionalismo y entrega desinteresada al servicio de la causa de CIMAS. 

Gracias al trabajo mancomunado que hemos hecho con el H:. Elbio Laxalte, Alicia y Claudio, el resultado final ha sido un libro de colección que ahora todos podemos adquirir, disfrutar y llevar a casa.  Estoy seguro que el contiene el germen doctrinal que guiará la acción de la Orden sobre nuestras sociedades en el siglo XXI.

Muchas gracias, mis Queridos Hermanos y Hermanas.


IHM.
Or:. De Sao Paulo, Brasil,
Sep. 22/2012
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INDICE DEL LIBRO:

1) A manera de Presentación

2) ¿Qué es CIMAS?

3) Directorio Ejecutivo de CIMAS 2001 – 2013

4) Declaración de Principios

5) Histórico de Actividades de CIMAS

6) Potencias Masónicas miembros de CIMAS

7) Miembros de Honor

8) DIALONGANDO SOBRE CIMAS CON: Vera Facciollo, Myrian Tardugno, Antonio Reis, Louis Daly, Alain Fumaz, Luigi Pruneti, Walter Vargas y Anca Nicolescu.

9) El pensamiento y la doctrina de CIMAS a través de los años y de sus grandes documentos.

10) Reglamento General de CIMAS


sábado, 1 de septiembre de 2012

LA PLOMADA


Por Iván Herrera Michel

Para los obreros europeos de la construcción del siglo XVII, una plomada consistía en una pieza de plomo, o en su defecto de una aleación de este metal, de conformación troncocónica o cilíndrica colgada verticalmente de una cuerda de algodón trenzado, que servía para verificar la rectitud de un muro y se utilizaba cada vez que se levantaban cinco o seis hiladas de piedras.

Junto con el nivel y la escuadra, la plomada era uno de los tres instrumentos de control más importante que acompañaba al albañil a lo largo de su carrera. No era una herramienta de construcción como la llana, ni una de preparación como el cincel y el mazo, ni tampoco una de diseño como el compás.

En materia Masónica, al igual que en la construcción de un muro, la plomada no interviene al principio del trabajo sino cuando ya va adelantado y se usa para ir verificando si posee la rectitud correcta, con el fin de corregir las desviaciones o errores que pudieren haberse presentado en el avance de la obra.

Suspendida en el centro de la Logia, la plomada desciende simbólicamente en el hemisferio septentrional desde la Estrella Polar. Es decir, desde el Polo Norte celeste . O desde el Polo Sur celeste en el hemisferio meridional, determinado a partir de la Cruz del Sur.  Que son puntos imaginarios alrededor de los cuales parece que giraran las estrellas de este a oeste para un observador ubicado en la superficie del planeta debido al movimiento de rotación. Ellos servían a los navegantes como “puntos fijos” a la hora de comprobar su posición.

De la misma manera, la plomada y la cuerda que la sostiene ayudan al Masón a ubicar su lugar en relación con el eje central Masónico y los polos de moralidad que deben guiar su acción, sus palabras y sus pensamientos. De allí derivan expresiones tales como “Estar a Plomo” o “Aplomar”, que son de común uso en la cotidianidad de las Logias para manifestar que una situación está orientada al deber ser o conforme con las obligaciones contraídas.

La cuerda descendente de la plomada simboliza la relación y los deberes que asume un Masón con el Taller, con su conciencia moral y con la sociedad en general, así como la alianza de su pensamiento con sus actos, por lo que es afortunado que en las Logias se encuentre ubicada frente a todos los asistentes, sin importar cargos ni Grados, para recordar con su verticalidad inmóvil que continuamente se deben revisar los trabajos para detectar los errores en la construcción que partiendo del universo de las ideas gobierna la acción planeada.

Por su lado, el plomo suspendido de la bóveda estrellada simboliza al hombre en la búsqueda de un devenir ajustado a las leyes, principios y referentes que aplica autónomamente a la transformación de su realidad. En este orden de ideas, la presión de la fuerza de gravedad que empuja al plomo hacia el interior de sí mismo y de la humanidad es proporcional al tamaño y la cantidad de materia moral, intelectual y solidaria de su comprensión de las “buenas costumbres”, de las leyes justas y de la tradición Masónica, en una alianza que ofrece la sensación abstracta de unión entre moral y normativa al momento de optar entre varias posibilidades o valores, en un marco constructivo.

Dicho sea de paso, una ley es justa cuando, observando la razón, busca el bien común y no desconoce los derechos humanos, ni privilegia a unos sobre otros. Para los iusnaturalistas, una ley es justa cuando es universal y consulta los valores innatos del ser humano. Para los iuspositivistas, lo es cuando fue creada de acuerdo con los procedimientos legales preestablecidos.

A su vez, la tradición Masónica impone una interpretación de sus símbolos y alegorías a lomo de caballo de la geografía, la historia y la sociología para comprender mejor el contexto en el que fueron concebidos originalmente, su evolución en tres siglos y su funcionalidad especulativa actual.

En los espacios progresistas de la Orden, un Masón avoca sus referentes normativos y morales desde el horizonte ontológico que surge de una permanente actitud constructiva dirigida al individuo y a la comunidad.

La plomada en el lenguaje Masónico nos invita a reflexionar sobre los deberes y obligaciones que tienen los Masones, en una deontología que relaciona la libertad individual con el compromiso que dicta la conciencia.

Implica equilibrio y estabilidad. Abona solidez y durabilidad al proyecto.